La Calle Francisco Piquer y Rudilla, antes Juan Pérez y posteriormente Calle de la Cinteria, en esta calle vivian personajes de alto rango destacando casas de racioneros de San Pedro y canónigos de la catedral. En 1898 las Hermanas Terciarias de San Francisco de Asìs donde impartían clases para señoritas y párvulos. En 1928 se trasladó a esta calle y adosado a los actuales jardines del Palacio del Obispo, la Escuela femenina de Magisterio hasta el año 1931
Dedicada al sacerdote nacido el 4 de Octubre de 1666 en Valbona (Teruel)
y falleció el 13 de septiembre de 1739 (Madrid). Formado eclesiásticamente en
el Seminario de Teruel y posteriormente se trasladó a Madrid, donde pudo
conseguir una plaza de capellán cantor en el convento de religiosas
franciscanas Descalzas Reales, fijando su residencia en la desparecida calle de
Capellanes.
Sus instintos de caridad se acrecentaron
ante el espectáculo tan triste que
ofrecía la España de comienzos del siglo XVIII, después de la guerra de
sucesión y ver la miseria que existía. La usura sacaba partido de estas
circunstancias.
El 3 de diciembre de 1702 festividad de San
Francisco Javier, reunió a sus sobrinos, ama de llaves y a dos criados y colocando
una cajita de madera les dijo: “Sean ustedes testigos de que este
real de plata ha de ser el principio y fundamento de un Monte de Piedad que
Dios ha de fundar para sufragio de las ánimas y socorro de los vivos”
Había nacido el primer Monte de Piedad. En
1705 esa cajita de una real se había convertido en 8.780 reales. En 1711 se
escribió un proyecto de estatutos, que remitidos a la Cámara de Castilla fueron
aprobados y el Rey concedió por Real cédula en 1713 la casa en donde estuvieron
instaladas las oficinas del Monte de Piedad.
En el año 1872 el 12 de octubre se
inauguró una estatua, que el Consejo de administración del Monte de Piedad dedicó a Francisco Piquer
en la Plaza de las Descalzas frente al convento
del monasterio en Madrid, obra de José Alcoverro. El Ayuntamiento de
Madrid dio su nombre a una calle la Avda. Padre Piquer en el distrito de
Aluche.
En su pueblo natal Valvona, Francisco Piquer,
tiene una estatua obra de José Gonzalvo en el Parque Municipal
con su mismo nombre. Así mismo el Ayuntamiento puso una placa en la casa donde
nació y Caja Madrid en el año 2002 un busto en la calle Prado a espaldas de la Iglesia. En el año 2002 Correos edito un sello con
su esfinge. En Teruel una de las residencias de ancianos llevaba su nombre Residencia Padre Piquer, actualmente desaparecida.
Miscelanea Turolense.- Domingo Gascón y Guimbao
Teruel cien calles.- Carlos Hernández Salvador
De calle a calle. Las calles de Teruel en su historia- Vidal Muñoz Garrido
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