Se construyeron unas instalaciones que contaban con oficinas, almacenes, talleres y dependencias para una dotación pequeña de militares donde unos cientos de turolenses cumplieron allí su servicio militar, hasta el año 2001 se declaró sin interés militar, despareció la dotación de militares y personal civil. Su misión era colocar los blancos sobre los que disparaban sobre todo los aviones Phantom, y reparar las dianas en los talleres.
En el año 2005 el Ministerio de Defensa lo vendió al Ayuntamiento de Teruel por unas seiscientas mil de las antiguas pesetas. En el año 2008 el Ayuntamiento de Teruel, cedió los terrenos al consorcio Aeródromo-Aeropuerto. A principio de 2024 comenzaron las obras de derribo de las instalaciones, para la ampliación del Aeropuerto.
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