Aspectos
históricos de Monreal del Campo
Serafín ALDECOA
Edad
Moderna
Al
morir el rey de España Carlos II, conocido con el sobrenombre de "El
Hechizado" y perteneciente a la familia de los Austrias, sin descendencia
como herederos en el trono España, se produjo un conflicto armado que ha pasado
a la Historia como Guerra de Sucesión. Se produjo a principios del siglo XVIII
y enfrentó a la familia de los Austrias contra los Borbones franceses con lo
que el tema de la herencia del trono de España se convirtió en un conflicto
internacional pues ambos bandos reclamaban el derecho a la sucesión.
En
Aragón se produjo una división entre los municipios y entre la nobleza a la
hora de apoyar a uno u otro bando. En el primer caso, pueblos como Ojos Negros,
Sádaba, Alloza, Alcorisa, Híjar... secundaron a la dinastía francesa mientras
que otros se decantaron por el archiduque Carlos de Austria.
Al
final del conflicto armado se impusieron los Borbones y se instauró como rey de
España a Felipe de Anjou, que ha pasado a la historia como Felipe V (IV de
Aragón). Monreal del Campo participó en la guerra del lado de los Borbones y a
cambio recibió una serie de privilegios como:
*
La concesión del título de "Fidelísima y Muy Noble Villa"
*
El privilegio de poder colocar una flor de lis en el blasón de la localidad
* Y
la concesión de una feria franca, libre de los impuestos
Sin
embargo, mediante la Pragmática Sanción de 1707 Felipe V abolía "todos los
fueros, privilegios, exenciones y libertades" de los reinos de Valencia y
Aragón en un intento de recentralización del Estado al igual que Francia.
Edad Contemporánea
Las
armas y las guerras, como en otros lugares de España, marcaron el devenir de
Monreal del Campo en la Edad Contemporánea y especialmente la I Guerra Carlista
(1833-1840). Madoz también nos relata los destrozos sufridos por Monreal del Campo:
“Durante la última guerra, este pueblo sufrió varias incursiones de los
carlistas. En el mes de septiembre de 1.839, a pretexto de quererlo fortificar
el general O´Donell, el jefe carlista Llangostera mandó demoler la iglesia, la
torre, las casas del Ayuntamiento y todos los edificios que formaban la plaza
principal, la ermita de Santa Bárbara y un castillo antiguo próximo a ella...”.
Esto es, todo el casco antiguo y núcleo urbano más antiguo de la población.
Pero no acabó aquí el desastre, el
mismo Madoz prosigue: “En 6 de mayo de 1.840 -medio año más tarde,
aproximadamente- fueron atacados los nacionales (liberales) que se fortificaron
en el castillo, por 800 infantes y 450 caballos mandados por Balmaseda y
Palillos (jefes carlistas), más como no pudieron hacerlos rendir, incendiaron
100 casas, saqueando toda la parte del pueblo que pudieron dominar...”.
José María Catalán de Ocón, literato
e historiador local, da su versión
épica de los hechos a finales del siglo XIX en la Miscelánea Turolense, destacando primero a la “heroína” Rafaela
Francisca Latorre Latasa que hizo frente con valentía a los carlistas desde el
castillo, habiéndosele concedido la laureada de San Fernando por el Gobierno al
igual que a otro ilustre defensor: Mariano Gil Latasa. Es éste un caso similar
al de Manuela Cirugeda que destacó en
la defensa de Montalbán. Posteriormente continuaba relatando los hechos: “...Tantas pérdidas sufrieron (los carlistas) que tuvieron que
abandonar su empeño, pronunciándose en franca retirada, pero señalándola con
una crueldad, cual fue la de incendiar el indefenso pueblo, que ardió casi
todo...”.
A partir de entonces, los vecinos
con grandes esfuerzos, físicos y económicos, tuvieron de reconstruir la iglesia
de la Natividad de Nuestra Señora con su torre que se elevó exenta, esto es,
separada del templo, en el mismo castillo en 1849, el edificio del
Ayuntamiento, las casas solariegas, el llamado "Barrio Nuevo"... Toda
una verdadera proeza para un pueblo liberal cuya riqueza, como la de otros del
Jiloca, era muy limitada.
La heroina Rafaela Francisca Latorre se hizo fuerte en el Castillo de la Villa de Cutanda. Me sorprende que no se mencione. Saludos.
ResponderEliminar